Los tapones de corcho provienen del árbol de alcornoque (Quercus suber).
En la imagen se puede observar un alcornoque de 230 años es el árbol más preciado de Portugal y el más productivo según los registros. Desde 1820, se ha recolectado su corteza cada 9 años para obtener corcho para las botellas de vino. Quitar la corteza no daña el árbol, ya que se regenera naturalmente, y en el proceso se queda fijado en la corteza el CO2.
Estos arboles tienen una vida de 250 años y a los 47 años es cuando el alcornoque esta en plena producción (corcho de calidad). El 55% del corcho mundial lo produce Portugal seguido de España con un 35% de la producción mundial.
Este material tiene un Coeficiente de Poisson 0, es decir, cuando se reduce el volumen del corcho en una dirección no se produce deformación alguna en la dirección perpendicular, lo que reduce drásticamente el estrés del material al forzarlo en condiciones extremas. En palabras más prácticas esto indica que es el único material conocido que cuando lo aprietas, el medio no sobresale. Por eso es ideal para taponar botellas.
