Se considera al filme “La llorona”, dirigido en 1933 por Ramón Peón, como la primera película mexicana de horror. El inicio abrupto en donde muestra la imagen prehispánica de la deidad Coatlicue, además de los gritos y la muerte de un hombre, colocan a esta obra como la referente en este género, mucho antes de que llegara a los cines otras como “Ladrón de cadáveres” (1957) y “El vampiro” (1957), de Fernando Méndez.
En “La llorona” recurren a la leyenda popular homónima para su realización; se encuentra situada temporalmente entre el Virreinato y la época presente de la película. En la historia, podemos ver cómo es que se mezcla la historia de la llorona con la de la Malinche, atendiendo al contexto histórico, en donde se exaltaba la identidad nacional.