El ejercicio es considerado un factor elemental para mejorar o mantener elevado nuestro sistema inmune. Cuando se elabora un plan de ejercicio para mejorar la salud se dice que es un programa de movimientos repetitivos y cíclicos que por medio de la práctica constante genera resultados favorables. Este tipo de actividad por lo general se lleva a cabo en los gimnasios y parques, pero también podemos destinar un horarios y lugar en nuestro hogar para llevarlo acabo. Algunos de los beneficios más notables del ejercicio son: nos ayuda a manejar los niveles altos de estrés cotidiano, controlar los niveles altos de glucosa en la sangre, previene o aminora la hipertensión arterial, promueve la elasticidad y fuerza de músculos así como articulaciones, reduce las probabilidades de padecer diferentes tipos de cáncer, mejora los problemas de estreñinimiento, ayuda a sentirnos de mejor humor y con más energía, reduce las grasas de mala calidad en la sangre y aumenta las buenas, además de un sinfin de beneficios de más.
Este tipo de actividad física es recomendable practicarla por lo menos cinco días a la semana de 30 a 60 minutos a intensidad moderada y es más recomendado que no se han sesiones muy intensas o muy prolongadas solo un día para tratar de compensar lo que no se hizo en la semana. Por ejemplo, hacer tres o cuatro horas de ejercicio el domingo. Esto debido a que la constancia y la moderación nos brindarán un mejor equilibrio.