Cuando hablamos de felicidad, con frecuencia pensamos en ella como una meta a largo plazo, algo que podremos alcanzar una vez que hayamos satisfecho nuestras necesidades, como tener una pareja ideal, el trabajo soñado, casa propia, coche deportivo o mucho dinero. Si bien no es malo ponerse este tipo de metas materiales o intangibles en la vida, muchas veces al hacerlo, posponemos la felicidad como el último de los objetivos a conseguir y que solo es el resultado de haber alcanzado el éxito en otros aspectos.
Algunos consejos o trucos para construir felicidad y tener bienestar, tenemos que debemos potenciar y valorar las emociones placenteras para aceptar de mejor formas las emociones no placenteras; comprometerse con uno mismo y valorar cada momento presente es lo más recomendables; hay que cuidar y estimular las relaciones con los demás; hay que tener propósitos y metas, pero deben ser alcanzables y verdaderas, finalmente mejore sus habilidades al mismo tiempo que alcanza sus objetivos.